Drama Version; A Little Dorama (?)

Aun recuerdo perfectamente aquellos días, los buenos y también los malos momentos que pasamos juntos, ¿tú los recuerdas? Yo jamás seré capaz de olvidar todo lo que hicimos aunque ahora que estamos separados lo único en lo que soy capaz de pensar es en que tal vez no volvamos a cogernos de la mano. Lo que me hace vivir feliz es el saber que aun sigues en alguna parte y que tal vez, puede que tal vez algún día podremos volver a encontrarnos, eso es lo que de verdad me hace continuar día a día, la posibilidad de vernos tan solo una vez más y poder decirte al fin, te quiero.

Lo que recuerdo con más claridad es el día en que nos conocimos, desde el primer momento en el que te vi supe que nuestro destino era estar juntos pasase lo que pasase, aquel sentimiento sin lugar a dudas fue el mejor de toda mi vida...

Seúl; 2011

Me encontraba caminando por las calles de la ciudad, tranquilamente sin fijarme demasiado en nada, al menos así fue hasta que tras cruzar una de las muchas calles pude ver a la chica más hermosa que había visto en toda mi vida, desde entonces no me pude sacar de la cabeza aquellos ojos, ni aquella sonrisa.

Me giré inmediatamente para poder ver aquel hermoso rostro con más claridad pero justo entonces el semáforo dio paso a los conductores y cuando cesó el paso de los automóviles por desgracia el momento ya había pasado. Decidí olvidarlo, o al menos intentarlo pero me fui imposible, por más momentos que pasaban no podía dejar de pensar en aquella mujer que había conseguido cautivarme con tan solo mirarla una vez, tan solo una vez...¿Acaso esto sería amor? Muchas personas, mi madre más que nadie; me habían hablado sobre sentimientos así pero hasta entonces no fui capaz de estar completamente seguro de si eso era verdad, ahora sé con certeza que siempre había sido una gran realidad.

Estuve todo lo que quedaba de día pensando en lo mismo, incluso no fui capaz de pegar ojo en toda lo noche, todo eso era una señal muy clara que entendí a la perfección una vez lo estuve meditando durante todo lo que duró aquella noche que me resultó tan corta, al pensar en aquel ángel no hacía nada más que ignorar todo lo demás; ahora si que estaba seguro...Estaba seguro de que me había enamorado y que iba a hacer todo lo posible por encontrarla ya que ella era...Mi primer y único amor...

Ya había pasado una semana entera y seguía con la sonrisa de aquella chica metida en la cabeza, no había podido pegar ojo en todos esos días, tan solo era capaz de pensar en si de verdad podría encontrarla en alguna parte, puede incluso que tan solo me la hubiese imaginado ya que una visión tan hermosa como aquella no parece ser real, en verdad me estaba volviendo completamente loco...

Nada más sonar el despertador me levanté de la cama y me vestí lo más rápido que pude, ya lo había decidido, iba a encontrar a aquella chica costase lo que me costase y a cualquier precio, ahora lo que tenía bien claro estaba completamente seguro de que no iba a detenerme hasta poder volver a ver aquellos maravillosos ojos y aquella hermosa sonrisa que llevaban cautivándome desde hacía ya tantos días seguidos. La velocidad con la que salí de casa nos sorprendió tanto a mi madre como a mi mismo pero ahora mismo no tenía tiempo para esas estupideces, debía darme prisa si quería encontrar a aquella chica que podría estar en cualquier parte de Seúl o tal vez ni siquiera estuviese por allí después de una semana...Eso no lo sabía pero al menos debía intentarlo, si no al final si que me iba a volver loco por completo.

Estuve todo el día mirando detenidamente calle por calle, tienda por tienda, pasando entre miles de personas pero nada de nada, al parecer aquel ángel se había esfumado...Cuando ya parecía que iba a rendirme un milagro ocurrió, justo en la acera de en frente, tras un gran cristal vislumbré la belleza en persona, al fin la había encontrado...Rápidamente crucé para poder verla más de cerca y asegurarme de que era ella y en efecto así era, en ese momento me sentí la persona más afortunada de todo el planeta, ahora tan solo me hacía falta mirarla un poco más de cerca...Justo entonces la puerta de aquel lugar se abrió y entonces me quedé mirando fijamente la hermosa figura que apareció ante mis ojos, tras tanto tiempo había conseguido ver aquellos ojos de nuevo...

Ella también se me quedó observando durante unos minutos, era tan linda que casi no podía aguantar fija la mirada. Mientras nos mirábamos el uno al otro pude sentir algo mucho más fuerte que la primera vez que la vi, ahora si que estaba completamente seguro de que estaba enamorado y la verdad es que esa sensación era mucho mejor que maravillosa, era completamente inmejorable...Sonreí sin darme cuenta y entonces fue cuando pude escuchar al fin su melodiosa voz, era tan hermosa como su imagen exterior. -¿Te ocurre algo? ¿Nos conocemos acaso?- a pesar de comenzar a hablar mantuvimos la mirada fija el uno en el otro, aquel momento era el más maravilloso de toda mi vida y estaba decidido a no dejarlo pasar y también a vivirlo más de una vez. -No nos conocemos pero aun así...Estoy locamente enamorado de ti- las palabras salieron de mi boca sin poder pensarlas, seguramente se asustaría de mi o incluso podría comenzar a reírse, era lo más lógico tras escuchar aquello tan extraño pero no, se limitó a continuar con aquella mirada fija, en verdad esta mujer iba a darme muchos buenos momentos y esperaba que fuesen muchos a partir de ahora; lo deseaba más bien y tenía completamente claro que iba a conseguirlos ante todo, a cualquier precio; ahora que mi corazón se había acelerado de esa manera ya no había vuelta atrás.

El tiempo parecía haberse detenido, tan solo estábamos los dos, mirándonos fijamente el uno al otro sin desviar la mirada un solo segundo, tenía claro que eso tendría que significarse algo, y tenía que ser un algo bastante fuerte. El viento comenzó a soplar y a mover su cabello lo que me hizo parpadear un segundo para luego verla aun más hermosa de lo que ya me parecía, en verdad había encontrado a la mujer ideal...Los dos parecíamos habernos quedado hechizados, no decíamos nada ni tampoco nos movíamos, tan solo estabamos allí parados, mirándonos sin más pero para mi aquella mirada era mucho más que solo eso.

Pasaron varios minutos, que a mi me parecieron tan solo segundos, estaba tan inmerso en sus luminosos e inmensos ojos que el tiempo ni siquiera pasaba para mi. Al final los dos acabamos sacudiendo la cabeza al mismo tiempo, para así volver a la normalidad. Ignoramos las anteriores palabras de cada uno y tan solo nos volvimos a mirar para después presentarnos como es debido, jamás seré capaz de olvidar aquel maravilloso nombre, ese ha sido desde entonces mi nombre favorito... -Yo soy Choi Ha Yi, ¿y tú eres?- Choi Ha Yi, Choi Ha Yi...No dejé de repetir aquel nombre en mi mente hasta después de varios segundos cuando al final acabé por reaccionar. -Yo soy Lee Sa Dong, un placer conocerte, Choi Ha Yi- nada más acabar de hablar ya estaba sonriendo de nuevo, me era inevitable hacerlo, estaba realmente feliz, mucho más feliz que cualquier otro día de mi vida, no podía pedir nada mejor...

Escasos instantes después los dos nos vimos sonriendo, su sonrisa era lo más hermoso que jamás había visto y deseaba verla todo el tiempo que me fuese posible. Seguidamente volvimos a quedarnos inmersos en una mirada profunda hasta que al final los dos nos reímos al mismo tiempo; fue entonces cuando estuve realmente seguro de que había encontrado a mi primer y único amor.

Después de un tiempo nos pusimos a caminar con tranquilidad, hablándonos el uno al otro sobre cosas muy diferentes que mientras saliesen de su boca me parecerían hermosas e interesantes. Sin llegar a darnos cuenta se hizo bastante tarde, estuvimos tanto tiempo hablando sin prestar atención al resto del mundo que me pareció de lo más normal. Comenzamos a caminar en dirección a su casa que extrañamente estaba bastante cerca de la mía, éramos vecinos y no la había visto hasta ahora, no me lo creía...Una vez estuvimos delante de aquella gran puerta nos sonreímos de nuevo y tras intercambiar nuestros nùmeros de teléfono nos despedimos manteniendo la sonrisa en todo momento. Cuando entró en la casa y cerró la puerta la verdad es que un vacío quedó en mi interior, nos acabábamos de separar y ya la echaba de menos...Mi consuelo era que ahora que nos conocíamos podría verla todo lo que quiesiese, ahora si que me sentía muy afortunado...

Caminé un par de minutos hasta llegar a casa y cuando entré mi madre me regañó por llegar tan tarde sin haberla avisado antes pero estaba tan feliz pensando en Ha Yi que no fui capaz de enterarme de gran cosa. Mi madre como era de esperar se preocupó un poco, jamás había estado así antes pero a partir de ahora todo en mi iba a cambiar a mejor, y todo gracias a aquel ángel que había aparecido en mi vida...Gracias a Choi Ha Yi...