Comiendo carne de perro en Corea

Sabía que tarde o temprano tenía que pasar, y eso que yo mismo no quería, pero al final he comido la famosa sopa de carne de perro, también conocida como 영양탕 yeongyangtang "sopa nutritiva". No es que no quisiera y me hayan obligado, es que todavía no me había hecho a la idea mentalmente de aceptar esta comida. Pero por circunstancias del momento me he visto en situación de comerla, y la verdad, no estaba del todo mal.


Esta debería de ser una entrada de gastronomía como cualquier otra, sin embargo estoy escribiéndola como una vivencia más de Corea, y todo es porque el hecho de comer carne de perro es algo bastante peculiar.

Sabía que tenía que ocurrir simplemente porque cuando llegué a Corea me prometí a mi mismo que comería (o al menos intentaría comer) de todas aquellas comidas que me resultaran curiosas. En ese sentido ya he comido gaebul, la lombriz marina, mongae, beondegi, y diversas "delicias" de la gastronomía coreana. Así que el perro tarde o temprano tenía que llegar. A diferencia de las otras comidas el problema no estaba en la forma del animal, en su textura, o su sabor, sino simplemente en el concepto que tenemos del animal en sí.

Desde el punto de vista meramente gastronómico, esta comida tiene un sabor bastante bueno. Si bien a mí la textura de la carne no me ha acabado de gustar, así como el hecho de que hubiera algunos trozos de piel. La carne no es muy diferente a la carne de ternera. Su sabor es un poco más fuerte, pero también más sabroso. Y la sopa estaba acompañada de todo tipo de verduras, soja y alguna raíz. Dicen que esta sopa es buena para la salud, de ahí lo del nombre de nutritiva aunque el 삼계탕 samgyetang (sopa de pollo con gingseng) me parece más consistente. La sopa venía acompañada de diversos tipos de banchan tal y como marca la costumbre coreana. Su precio era de 8.000 wones. En mi barrio sólo se vende en un restaurante -que yo sepa- y viene anunciada como "sopa nutritiva". También tenían samgyetang, la sopa de pollo con gingseng, y otros platos que no conozco todavía.


Desde el punto de vista anecdótico éramos cuatro españoles en el restaurate. Tres hemos pedido esta sopa, y uno más cobarde que yo ha pedido la de pollo. Jumi no ha venido porque no podía pero aunque hubiera podido no habría comido la sopa de perro porque a ella no le hace gracia probarla. Cuando hemos llegado al restaurante, el lugar donde se dejan los zapatos estaba lleno de zapatillas de trekking típicas de los señores coreanos. Y efectivamente, todos los que han ido saliendo por la puerta mientras allí estábamos eran señores de más de 50 años. Normalmente la gente joven no come este tipo de sopa y ninguno de los coreanos que conozco ha comido o le gusta. Con lo cual supongo que el consumo de esta carne irá descendiendo y muy probablemente en unos años o un par de décadas desaparezca a no ser que a los jóvenes de ahora les dé por comerla cuando sean mayores, pero me parece a mí que no van por ese camino, o al menos es la impresión que me da.

El caso es que yo quería comer sopa de pollo pero sólo había una porque hemos ido a una hora muy tarde, así que he tenido que pedirme la "sopa nutritiva" porque desconocía qué eran las otras comidas y ya sabéis el dicho de "más vale malo conocido que bueno por conocer". Total, si iba a acabar comiendo esta sopa más tarde o temprano. Así que al final he hecho de tripas corazón y para adentro. Ahora ya puedo decir que he comido carne de perro. No es algo de lo que me sienta orgulloso, que nadie se equivoque, pero para mí es una experiencia más por la que quería pasar pero de la que cobardemente me iba alejando poco a poco. Tampoco quiero decir que comer perro sea de "valientes", no me malinterpretéis, pero mentalmente he tenido que hacer lo que vulgarmente se conoce como "echarle huevos".

Desde el punto de vista cultural. Esta sopa es una comida que tiene una historia de siglos a sus espaldas. En cuanto al hecho de consumir carne de perro en Corea ya sé lo que hay. Sé lo de esos supuestos mercados de perros y esos supuestos maltratos. Digo supuestos porque no los he visto en persona y muchas veces he visto fotos de mercados de China o del sur de Asia, de ahí lo de supuestos, que ni lo niego ni lo confirmo, pero tarde o temprano lo veré en persona. Así que no necesito que me pongáis enlaces a fotos o vídeos sobre los perros que matan o venden en los mercados porque como digo ya lo conozco y además no van con el tema de la entrada que es simplemente el plato de sopa en sí, y no el supuesto maltrato o venta de estos animales. Por lo que ya aviso que actuaré en consecuencia con la gente que, sin leer lo que acabo de escribir, venga aquí a trollear poniendo links que no vienen al caso. De hecho hasta lo pongo en negrita para los que más les cuesta leer.

Me gustaría decir dos cosas:

1. El consumo de carne de perro en Corea es minoritario, por lo que generalizar a toda la población sobre esto como algo negativo es una falacia. Pero además es un hecho gastronómico cultural con lo que opino que debe respetarse y deben ser los coreanos los que decidan si debe erradicarse o mantenerse y no gente de otros países que aquí ni pinchan ni cortan. Entiendo, pero no comparto, el sentimiento negativo que se tenga a esta carne como entiendo y tampoco comparto que se tenga un sentimiento negativo hacia la carne de conejo o caballo que se consume en España. Un país que, ya que estamos, tiene una gastronomía más variada en cuanto a carnes de animales comparándolo con Corea.

2. Otra cosa muy diferente es el supuesto maltrato animal que pueda haber, o las malas o nulas medidas higiénicas que pudieran existir. Como digo, esto no lo sé y los mercados donde venden perros para el consumo no sé donde están aquí en Busan. Si alguien los sabe que me los diga porque me gustaría saberlo. Pero si algún día paso por alguno y veo cualquier tipo de maltrato o salvajada, no dudéis que seré el primero en fotografiarlo, ponerlo en el blog, y denunciarlo públicamente. Y seguramente con eso habré hecho mucho más en contra del maltrato animal en Corea que copiando y pegando fotografías por Facebook. Porque una cosa es el maltrato de animales y otra bien distinta el consumo de carne de animal. Al menos yo pienso que son conceptos bien distintos. Es mi opinión.

Una última cosa para los que estén en contra de este consumo de carne. Me parecería muy hipócrita que criticaras esto mientras te comes un bocadillo de morcilla o un montadito de paté o te haces una simple tortilla francesa de gallina torturada en una granja de concentración. Si esto te molesta o te parece indignante -que me parece muy respetable- hazlo con todas las consecuencias y hazte vegano/a. Y si ya lo eres pues no te indignes que por el título "comiendo carne de perro en Corea" ya sabías a la entrada que venías. ¿verdad?

Yo soy carnívoro, por eso aunque culturalmente sea contrario a este consumo puedo entender a los que comen este animal o cualquier otro animal.

Eso sí, yo no recomendaría esta sopa porque no me acabó de gustar, la comí con cierta aprensión y creo que nunca más la comeré. Porque para mí no es culturalmente aceptable comerse al animal que considero como el mejor amigo del hombre, pero siempre respetaré lo que decida hacer el pueblo coreano con su gastronomía. Esta ha sido una excepción por la que quería pasar. Ha sido mi primera y última vez.

En agosto hice una encuesta sobre sí comeríais esta sopa y el resultado fue 79 votos a favor de comer la sopa y 128 en contra de comerla. Algo que me sorprendió porque me esperaba un porcentaje negativo mucho mayor y uno positivo muchísimo menor.


Fuente: www.paelladekimchi.com